Todos sabemos que cada 4 años se suma un día a los tradicionales 365, logrando 366. Sus orígenes se remontan a Julio César, quien admirador del calendario egipcio, le pidió a Sosígenes que ideara uno similar para Roma, (entre el año 48 y el 46 a.C), conservando los nombres romanos; de esta manera se conformó como calendario oficial- Calendario Juliano.
Fue mantenido así hasta el año 1582, cuando se adoptó el Calendario Gregoriano (reforma del Papa Gregorio XIII), quien determinó agregar cada 4 años un día al mes de febrero, excepto en los fines de siglo que no fueran divisibles por 400. Hasta aquí nada nuevo.
Buscando entre el mito y la realidad, encontramos bastantes prejuicios. Sin ir más lejos, llegan a mi memoria algunos "dichos" antiguos y no tanto, como:
* "Año bisiesto, año siniestro"
* "Año bisiesto, entra hambre en el cesto"
* "Año bisiesto, ni casa ni viña ni huerto ni puerto"
En mi caso prefiero poner el énfasis en una mirada más esperanzadora. De qué manera? Bien, simplemente poniendo en práctica lo que conocemos: "Donde se dirige el pensamiento, va la energía y ambos Co-Crean la Realidad". Si nuestros pensamientos son abonados por pérdidas y desastres, que no nos quepan dudas, que se concretarán. Así que....no hay demasiadas opciones a la hora de diseñar nuestro presente-futuro, verdad?!!!
Me quedo con la oportunidad de cada día de este bendecido año 2016, para vivir con Atención e Intención las diversas experiencias que la Vida manifiesta, focalizando en la Misericordia.
Misericordia (pasar por el corazón, conectar con nuestras miserias, limitaciones para ser más amorosos y humanos con nosotros y de esta manera comprender y aceptar las miserias humanas de los otros). Inevitablemente, "nada de lo humano nos es ajeno" -Carlos Campelo- creador del PSMB del Hospital Pirovano.
Comparto un tríptico que me encantó de Jacobello del Fiore, pintor veneciano (1370-1439), obra realizada en el año 1415.
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| Madonna della Misericordia |
