Cabe destacar que ante un nacimiento de hija mujer, el tiempo para la presentación se extendía a 80 días, ¡significativo!, considerando el lugar de la mujer en la sociedad hebrea de la época y su asociación con la impureza. Recordemos que durante el período menstrual no podían tocar elementos sagrados, ir al Santuario ni mantener relaciones con su esposo, ya que la mujer venía a "completar al hombre", "pues la mujer era una parte del alma del hombre original", para más información consultar origen y raíces judías, el Zohar, etc.)
En la Antigua Roma las fiestas de febrero se llamaban Lupercalias (festejándose específicamente el día 15), con énfasis en la fertilidad, en honor a Pan Liceo (Fauno Luperco), que luego se transformaron en la Cristiana Procesión de Las Candelas, ya que el Papa Gelasio en el año 494 prohibió la celebración pagana de las Lupercalias sustituyéndolas por el día de San Valentín, 14 de febrero "Día de los Enamorados".
Y si sigo buscando, seguiré encontrando conexiones, relaciones, se me ocurren los típicos nudos celtas, entrelazados, donde el principio y el fin se unen en una danza de gran belleza visual.