Ambos solsticios simbolizan un cambio hacia lo desconocido, un nuevo comienzo.
Por eso, festejar "El día del Sol Quieto" implica aceptar los cambios y apostar a la renovación del Círculo de la Vida (nuestros antepasados encendían fogones en su honor en el contexto de Rituales de celebración).
Los antiguos griegos llamaban "puertas" a los solsticios:
* 22 de diciembre la denominaban "La Puerta de los Dioses" (Yule, festividad celta).
* 21 de junio la denominaban " La Puerta de los Hombres" (Randaghadh, festividad celta).
Es interesante destacar la coincidencia de estas festividades "paganas" con las de la comunidad cristiana:
La puerta de los Dioses - Natividad de Jesús (24 de diciembre).
La puerta de los Hombres - San Juan El Bautista (24 de junio fecha de su nacimiento) el hombre que lo precede y bautiza.
El 21 de diciembre de 2018 se abre La puerta de los Dioses. Celebrar la renovación del Círculo de la Vida, implica compromiso y responsabilidad. El ambiente festivo típico impulsado por la cultura "consumista" remarca la perenne contradicción humana. Sin embargo, yendo hacia lo profundo del sentido de los Ciclos de la Naturaleza y del Hombre, si queremos, podemos imprimirle "alma" a nuestro ser-estar-crear.
Deseo de corazón que este Tiempo de Nacimiento, sea un Encuentro con lo Numinoso en Nos.
El 21 de diciembre de 2018 se abre La puerta de los Dioses. Celebrar la renovación del Círculo de la Vida, implica compromiso y responsabilidad. El ambiente festivo típico impulsado por la cultura "consumista" remarca la perenne contradicción humana. Sin embargo, yendo hacia lo profundo del sentido de los Ciclos de la Naturaleza y del Hombre, si queremos, podemos imprimirle "alma" a nuestro ser-estar-crear.
Deseo de corazón que este Tiempo de Nacimiento, sea un Encuentro con lo Numinoso en Nos.