Del mismo modo que nuestro nombre "nos nombra" con la cualidad, calidez, contundencia que imprime el sonido en sí mismo, al escuchar "siendo nombrados", le sumamos la cadencia, melodía y emoción que acompaña a quién "nos ha nombrado".
Al recordar los múltiples acordes, sonidos, "crujidos" porqué no?...que todavía hoy repiquetean en nuestros oídos, no hacemos más que "volver a escuchar" la emoción que los impregnaba: la nuestra como receptores, la de los otros como emisores.
¿Cómo te nombraban? ¿Acariciando cada letra, sílaba o "latigándola"?
Probablemente ambas, según fuera el momento, la circunstancia. Si quedaron impresas en los oídos de la memoria, del corazón, del alma...éste es el Tiempo Perfecto para revertir la dinámica.
Desde las Terapias de Emancipación nos apropiamos de la música, el color, la temperatura, corporalidad y emoción que Hoy-Aquí-Ahora Nos Resuena.
Escucharnos pronunciar nuestro nombre con diversos ritmos, alturas, armonías y/o disonancias; permite acceder a espacios olvidados, detenidos, suspendidos, donde habitan los primeros impulsores del Autorreconocimiento.
Escucharnos pronunciar nuestro nombre con diversos ritmos, alturas, armonías y/o disonancias; permite acceder a espacios olvidados, detenidos, suspendidos, donde habitan los primeros impulsores del Autorreconocimiento.
Yo Soy Mi Voz
¿Vos, te reconocés en Tu Voz?
El Portal está abierto, es Tiempo (desde el afuera y el adentro) para esta "Labor de Resiliencia".
Bienvenid@s a ella.
