Estas bellas flores del Hipérico, Hierba de San Juan o Corazoncillo revelan sus propiedades a través de sus colores. Se manifiestan como pequeños soles luminosos relacionados con la luz física y la claridad interna. En estos tiempos que atravesamos en el planeta Tierra, donde el sufrimiento, la angustia, la ansiedad, la incertidumbre y la sensación de la pérdida del sentido de lo que estamos viviendo-construyendo, cada día es más profundo, la conexión con nuestro centro del corazón, es indispensable. Es cierto que cuando la realidad se impone por sí misma, encontrándonos inmersos en "un sin sentido", los recursos de la mente, la dialéctica, no resuelven nada....tal vez agravan el efecto "pájaro carpintero" repicando una y otra vez, en un círculo vicioso.
Nuestra Madre Naturaleza nos provee de sus frutos, entre ellos el Hipérico, un aliado que puede acompañar los episodios de desánimo, insomnio, ansiedad, etc. En mi frondosa biblioteca re-descubrí un libro del Dr. Miquel Pros (médico naturista) "Hipérico, el antidepresivo del siglo XXI" (Editorial Océano Ambar). Mi intuición allí me llevó y me está asistiendo en el proceso de recuperación, junto a otras terapéuticas. Sincronizando con el tema que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicó en el año 2017 *depresión*, aporta un complemento a la batería de recursos medicinales ortodoxos.
Comparto textualmente del libro mencionado un recuadro que coincide con mi experiencia personal:
"Iluminación interior
La hierba de San Juan está relacionada con la luz física; también con la iluminación interior. Uno de los efectos que describen quienes toman Hipérico es la sensación de claridad, de ver con otros ojos su vida y lo que les rodea. No se trata sólo de alejar la depresión, esta hierba milenaria sirve para sentir y respirar la felicidad.
Después de un tratamiento con Hipérico la mente, desprovista de su halo de sufrimiento, puede proyectarse sobre nuevos mundos interiores y describir en ellos el placer de existir."
Aprovecho a recordar que no existen enfermedades, sino enfermos y la medicina que armoniza a algunos no produce el mismo efectos en otros... junto a la archi-conocida frase: "ante cualquier duda consulte a su médico".
Esta exposición es un homenaje personal a este producto de la Madre Tierra con mi mayor agradecimiento. Seguiré investigando al respecto, utilizando el discernimiento, herramienta esencial para obrar con responsabilidad en cada acto de mi vida.
Me encantaría recolectar bajo la luz de la luna en la noche del 23 al 24 de junio (Fiesta de San Juan), estas bellas y maravillosas flores, como lo hacían nuestros ancestros. Estoy segura que todavía se mantiene el ritual en varios lugares del mundo.
Nuestra Madre Naturaleza nos provee de sus frutos, entre ellos el Hipérico, un aliado que puede acompañar los episodios de desánimo, insomnio, ansiedad, etc. En mi frondosa biblioteca re-descubrí un libro del Dr. Miquel Pros (médico naturista) "Hipérico, el antidepresivo del siglo XXI" (Editorial Océano Ambar). Mi intuición allí me llevó y me está asistiendo en el proceso de recuperación, junto a otras terapéuticas. Sincronizando con el tema que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicó en el año 2017 *depresión*, aporta un complemento a la batería de recursos medicinales ortodoxos.
Comparto textualmente del libro mencionado un recuadro que coincide con mi experiencia personal:
"Iluminación interior
La hierba de San Juan está relacionada con la luz física; también con la iluminación interior. Uno de los efectos que describen quienes toman Hipérico es la sensación de claridad, de ver con otros ojos su vida y lo que les rodea. No se trata sólo de alejar la depresión, esta hierba milenaria sirve para sentir y respirar la felicidad.
Después de un tratamiento con Hipérico la mente, desprovista de su halo de sufrimiento, puede proyectarse sobre nuevos mundos interiores y describir en ellos el placer de existir."
Aprovecho a recordar que no existen enfermedades, sino enfermos y la medicina que armoniza a algunos no produce el mismo efectos en otros... junto a la archi-conocida frase: "ante cualquier duda consulte a su médico".
Esta exposición es un homenaje personal a este producto de la Madre Tierra con mi mayor agradecimiento. Seguiré investigando al respecto, utilizando el discernimiento, herramienta esencial para obrar con responsabilidad en cada acto de mi vida.
Me encantaría recolectar bajo la luz de la luna en la noche del 23 al 24 de junio (Fiesta de San Juan), estas bellas y maravillosas flores, como lo hacían nuestros ancestros. Estoy segura que todavía se mantiene el ritual en varios lugares del mundo.
